Actualmente la humanidad solo tiene dos teorías sobre el
origen de los humanos, una es “la obra de Dios” y la otra es “la teoría de la evolución
de Darwin” (la teoría de origen extraterrestre no soluciona el problema
principal). La teoría de que es la obra de Dios está bien porque esta teoría es
de origen metafísico y no puede ser discutida científicamente. Al contrario el
darwinismo a pesar de que goza de casi total aceptación en la sociedad moderna tiene
algunos problemas que los biólogos serios conocen pero no lo discuten por ser “políticamente incorrectos”.
La paradoja principal del darwinismo es que las mutaciones
positivas deberían hundirse en un mar de mutaciones negativas y no tienen ni más
mínima posibilidad de prosperar (es igual que con los mensajes o los blogs en
Internet, por cada mensaje interesante hay millones de “fakes” o simplemente estúpidos).
Se puede salvar la teoría si introduciremos el factor “racismo”.
Es decir a los individuos nacidos con las mutaciones suficientemente fuertes por
ser “diferentes” la sociedad no los acepta y les expulsa -como un acto de autodefensa contra las posibles mutaciones destructivas- así los pocos individuos
expulsados no tienen más remedio que aparearse entre sí y… mantener la mutación a salvo de las
mutaciones “comunes”. De mismo modo no hay que excluir el sentimiento “racista”
de los mismos mutantes, es posible que los mutantes se sienten “diferentes” o “superiores”
de la masa de los individuos de su especie e intentan de autoexcluirse apareándose
solo con los otros mutantes.
Todos sabemos que en la vida real el “racismo” es un
sentimiento muy común. Y no estoy hablando solo sobre la propiamente “raza”. Por
ejemplo los ricos tienden a casarse entre sí, los nobles –antiguamente- también,
los universitarios se casan más con las universitarias y sus hijos como norma
acaban las universidades. La estadística
nos dice que ahora hasta 10% de niños nacen algo autistas y no me sorprenderá si
van a casarse entre sí y así –quien sabe- aparecerá una nueva subespecie humana.
Aun mas, creo que en realidad todo funciona según la teoría del cáos y no según la "lucha" de las especies -tan amada por las izquierdas-. Caoticamente aparecen nuevas mutaciones que crean nuevas especies algunas de las cuales prosperan al encontrar su nicho en la naturaleza o creando su nicho como lo han hecho los humanos -este punto de vista curiosamente coincide con la teoría de "propensiones en la naturaleza" de Karl Popper-.
Así que parece que el sentimiento “racista” es una parte
natural de todas las especies y es un mecanismo intrínseco de la naturaleza para poder “fijar” o “salvar” la mutación.
Si este teoría es cierta tenemos que revisar nuestra visión del mundo sobre la “igualdad”
de todos los seres humanos (y animales) porque la igualdad -o igualitarismo en
su interpretación popular- es totalmente contraproducente para la evolución de
la sociedad humana porque destruye uno de los mecanismos básicos de la teoría de
evolución.
Referencias:
Igualdad entre hombres y mujeres.
Leyendo a F.Hayek: Igualdad ante la ley.